El hombre y el perro primitivo. ¿Quién domesticó a quién?

El hombre y el perro primitivo. ¿Quién domesticó a quién?

El hombre y el perro primitivo. ¿Quién domesticó a quién?

Las razas caninas primitivas tienen más tiempo de existencia que cualquier otra raza. Y tanto el hombre como el perro primitivo coexistieron juntos. Pero ¿Qué relación existe con los humanos? ¿Quién domesticó a quién? ¿Quién ayudó a quién a evolucionar? Indudablemente el cuadrúpedo que conocemos hoy en día como el “perro” ha tenido un papel importante en la evolución del ser humano. Todavía siguen con nosotros y están presentes en nuestras vidas.

El hombre y el perro primitivo ¿Quién domesticó a quién?

Hace unos 250 mil años existió el llamado “Neandertal”, una especie ya extinguida del género Homo. A raíz de entrar en contacto con los perros evolucionó y apareció el ser humano. Al mismo tiempo, aquellos perros primitivos también evolucionaron y se adaptaron para poder vivir con él. Pero entonces ¿Gracias a quién evolucionaron los dos?

Pat Shipman es una experta en paleontología (parte de la “antropología física” y de la “paleo-biología”, ciencia que estudia la evolución humana y su registro fósil). Además es autora de varios libros y ha logrado documentar los numerosos hallazgos de huesos cánidos en muchas excavaciones. Ha encontrado, entre otros, restos de lobos, chacales, coyotes y zorros en Europa de cuando los humanos convivían con los neandertales. Llegando a la conclusión que los primeros seres humanos ya tenían adoración ritual por el perro.

El hombre y el perro primitivo

Demostró que hace más de 27 mil años ya se realizaban entierros rituales. Además también encontró pinturas rupestres de perros donde se puede apreciar que eran animales de compañía. Con todas estas pruebas Pat asegura que los perros forman parte de la evolución del hombre.

Los primeros perros

Antes de que los perros se consideraran animales de compañía por los humanos, los utilizaron los neandertales. Principalmente los usaban para cazar y transportar cosas de un lado a otro. Esto significa que comenzó una cooperación entre ambos. Es decir, el hombre evolucionó y desarrolló técnicas de caza silenciosas con ellos. Quizás no fuera mediante señas, pero con la mirada podían entenderse perfectamente. Hablaban en silencio para la supervivencia de ambos.

Con esta cooperación multiplicaban los resultados ya que se dividían para cazar grandes piezas de mamuts, bisontes, etc. Formaban un gran equipo lobo-humano. Y esto significó el fin del Neandertal.

La domesticación del perro

Hoy en día el ser humano es capaz de mantener el contacto visual con otro, es una actividad normal por naturaleza. Pero también un perro es capaz de seguir cualquier cosa o persona con la mirada. En cierta manera, el Neandertal contribuyó a una domesticación a través de esa comunicación visual.

Un perro es capaz de reconocer si sonreímos y estamos contentos o, si por el contrario, estamos tristes. Por el tono de voz sabe nuestro estado de ánimo y las intenciones que tenemos. Cuando un perro mira a su amo aumenta en los dos la cantidad de endorfina, dopamina y oxitocina en sus cerebros. Entre un perro y su amo se establece un vínculo muy especial.

Sin embargo otros científicos y paleontólogos mantienen otra teoría sobre la domesticación de los perros. Defienden la posibilidad de que hubieran sido los cachorros de lobo quienes se acercaron a los humanos. Quizá por curiosidad o simplemente para jugar. Digamos que se estableció una especie de comunicación entre jóvenes de ambas especies en un momento determinado.

Lo cierto es que esta domesticación cambió el rumbo de la humanidad, de la naturaleza y del planeta en general.

Cuando los lobos se integraron en los grupos de seres humanos tuvieron que cambiar sus costumbres y su morfología para adaptarse. Sus hábitos de alimentación, su comportamiento, su estructura craneal, la forma de sus dientes, orejas, garras, etc…Tuvieron que modificar su estructura corporal en general dando lugar al perro que hoy en día conocemos. Más pequeño, menos salvaje y adaptado a nuestras costumbres.

Conclusión

Entonces ¿Quién domesticó a quién? Pues a día de hoy únicamente existen teorías y suposiciones que intentan dar alguna explicación a esta incógnita. Aunque por otro lado saber quién inició esta cooperación no importa tanto. Sea quien sea el que dio el primer paso, se ha creado sin lugar a dudas un gran vínculo entre ambos.

Y lo más asombro es que se creó un vínculo tan fuerte y duradero en el tiempo que será difícil de quebrantar. Fue una evolución sin precedentes que ha dejado huella en la historia. Huella que ninguna otra especie animal ha conseguido. La comunicación y la capacidad de entendimiento entre un humano y un perro son indiscutible.

Mientras que tratamos de averiguar quién domesticó a quién disfrutemos de nuestros amigos caninos.

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