Dogo del Tíbet

Dogo del Tíbet

El Dogo del Tíbet o Mastín Tibetano es un de las razas orientales más antiguas que existe hoy en día. Poseen un increíble aspecto parecido al de un león y un gran rugido similar al de un oso. Posiblemente estas dos características junto con su monumental volumen les haga el perro más imponente del mundo. En esta guía del Dogo del Tíbet os mostraremos todo acerca de esta magnífica raza. Desde su origen e historia hasta su temperamento, cuidados, carácter, comportamiento, etc…

NombreDogo del Tíbet
Otros NombresMastín Tibetano, Tibetan Mastiff, Mastín del Tíbet
País de OrigenBandera de Tíbet Tíbet
Clasificación GeneralRazas de perros gigantes
Clasificación FCIGrupo 2: Perros tipo Pinscher y Schnauzer – Molosoides – Perros tipo montaña y boyeros suizos; Sección 2: Molosoides; 2.2: Tipo de montaña
Clasificación AKCGrupo 3: Working (perros de trabajo)
UtilizaciónPerro guardián
AlturaMachos: mín. 66 cm, Hembras: mín. 61 cm
PesoMachos: 45-73 Kg, Hembras: 45-73 Kg
Esperanza de vida10-12 años
CarácterValiente, reservado y orgulloso
ComportamientoProtector, vigilante y fiel

Fotos del Dogo del Tíbet

Definición y origen

El Dogo del Tíbet (Do-Khyi), Dogo Tibetano o Mastín Tibetano (Tibetan Mastiff) es una raza canina que surgió en la región del Tíbet. También es conocido popularmente en numerosas regiones del continente asiático como «Drog-Khyi«, cuyo significado es «perro nómada«. Este apodo se debe a las antiguas tribus nómadas que habitaban en el Himalaya. Los monjes tibetanos también los denominaban «Tsang-Khyi» que significa «perro de Tsang».

Esta raza oriental es una de las más ancestrales que se conocen y se conservan hoy en día. Su origen es un verdadero misterio y se remonta hacia el año 8000 a. C. aproximadamente. De ahí que sea conocida por ser una de las razas de trabajo más antiguas. Su herencia genética se vincula al lobo gris, la cual se sitúa hace más de 58 mil años. Las demás razas de perros evaluadas se sitúan alrededor de 42 mil años de sus parientes silvestres.

El Dogo del Tíbet tiene una conexión desde la antigüedad con las regiones de la meseta de Qingzang (meseta tibetana). Además de las regiones del Tíbet, Nepal, Himalaya, India y China. Las tribus nómadas de esas zonas afirmaban que corrían velozmente y se podían poner de pie como un burro. También decían que rugían ruidosamente como un león siendo hermosos y apuestos.

Se cree que de esta magnífica raza surgieron todos los mastines y perros de montaña de gran envergadura que existen actualmente. Aunque no hay pruebas que lo demuestre, se considera el padre de la mayoría de estas razas. Muchas razas grandes antiguas comparten en el ADN un linaje sanguíneo con el Dogo del Tíbet. Como por ejemplo el Rottweiler, San Bernardo, perro pastor inglés antiguo, etc…

Historia del Dogo del Tíbet

Aunque la historia del Dogo Tibetano es bastante amplia, los primeros indicios sobre su existencia se remonta al año 2000 a. C. Eran utilizados por los asirios como perros de guerra y para custodiar a los prisioneros. De hecho, aparecen perros muy parecidos al actual Dogo del Tíbet en bajorrelieves babilónicos, egipcios y griegos.

Los primeros registros de un perro enorme el cual pudo ser su antepasado datan del 1100 a. C. en China. Es probable que estos caninos acompañaran en las guerras a los ejércitos griegos, romanos y persas. Se cree que después de las guerras viajaron al Himalaya donde se asentaron y permanecieron ocultos durante varios siglos.

No obstante, la primera mención que consta en la historia sobre esta raza la hizo Aristóteles (384-322 a. C.). Más tarde, Marco Polo (1254-1324 d. C.), mercader y viajero veneciano, también los menciona en sus viajes por el continente asiático. Durante su estancia en Asia Oriental en 1270, hace referencia a unos perros de grandes dimensiones con una gran fuerza. Estos perros de guerra acompañaban al ejército del famoso guerrero y conquistador mongol Gengis Kan. En sus manuscritos «Los viajes de Marco Polo» elogiaba la grandeza física y mental de esta raza.

El Dogo Tibetano estuvo al borde de la extinción cuando el Tíbet fue invadido por China. Esto ocurrió por los años 50 del siglo XX, y prácticamente desaparecieron en su lugar de origen. Aunque, afortunadamente, muchos ejemplares llegaron a Nepal y a la India, donde la raza siguió desarrollándose. Más tarde se exportaron ejemplares a Gran Bretaña y a Estados Unidos. Allí fue donde se dieron a conocer por primera vez fuera de su país de origen.

Expansión por Europa

El cómo llegó esta raza a Europa y su posterior evolución y crianza no está del todo muy claro. Es probable que fueran algunos occidentales que durante el siglo XIX hubieran visitado el Tíbet. Descubrieran esta magnífica raza y simplemente los trajeran de regreso con ellos. Quizás fueran lo asirios en sus desplazamientos, los que los introdujeron en Europa Occidental. O incluso existe la teoría de que fuera el propio Gengis Kan. Que una vez terminada la guerra, regalara algunos ejemplares que llevaba como ejército a los gobernantes europeos.

Numerosos cinólogos europeos, fascinados por esta raza y su origen tibetano, lo han estudiado sin llegar a una conclusión certera. Como por ejemplo Jean Pierre Mégnin (veterinario y entomólogo francés) y William Youatt (cirujano veterinario inglés), entre otros. Muchos de estos cinólogos consideran que a partir de esta raza surgieron el resto de mastines y razas de montaña de gran tamaño.

Se basan en la teoría de que fue a través de las conquistas romanas y su invasión por el continente asiático. Esto pudo derivar a que el Mastín Tibetano se extendiera rápidamente por todo el Mediterráneo. Y dependiendo de la zona, se desarrollara dando lugar diferentes mastines y razas de montaña europeos. Como por ejemplo el Mastín Ingles, Mastín Napolitano, San Bernardo, etc…

No obstante, la primera camada de dogos tibetanos registrada en Europa fue en 1898, en el zoológico de Berlín (Alemania).

Expansión por Gran Bretaña

El primero en importar un ejemplar en Inglaterra fue el Rey Jorge IV (1762-1830), cuyo reinado duró desde 1820 a 1830. Más tarde, en 1847, Charles Hardinge (1858-1944) envió un ejemplar a la Reina Victoria del Reino Unido (1819-1901). Hardinge fue un diplomático y político británico que sirvió como virrey en la India durante 1910-1916.

En 1873, se formó el «Kennel Club de Inglaterra«. El Mastín Tibetano se inscribió de manera oficial en el libro genealógico con el nombre de «Mastiff Tibetan«. A partir de ahí, dejó de conocerse por el nombre de «perro grande del Tíbet».

En 1874 el Rey Eduardo VII del Reino Unido (1841-1910) se llevó a Inglaterra una pareja de dogos tibetanos. Eduardo era hijo de la Reina Victoria y por aquella época regentaba el título de príncipe de Gales. Estos dogos se exhibieron en 1875 en el «Alexandra Palace Show».

El «Tibetan Breeds Association» se creó en Inglaterra en 1931 con el fin de preservar, proteger y perfeccionar la raza. Es el primer club de la raza Mastín Tibetano. En ese mismo año la AKC (American Kennel Club) estableció el estándar de esta raza. También la FCI acogió esta raza y estableció su propio estándar.

Fue en Gran Bretaña donde se comenzó a criar y a desarrollar esta raza tal y como la conocemos hoy en día. A partir de ahí, esta raza poco conocida en Europa, adquirió una gran popularidad. Se comenzó a integrar en las exposiciones caninas.

Con la Segunda Guerra Mundial, la cría de esta raza se paralizó completamente. No fue hasta el año 1976 que los criadores ingleses comenzaron de nuevo a importar estos perros.

Expansión por América

La expansión de esta raza por el continente americano fue muy parecida a la del continente europeo. A finales de la década de 1950 le regalaron al presidente de los Estados Unidos dos ejemplares de mastines tibetanos. Pero desaparecieron por completo y no se supo más de ellos tras haberlos llevado a una granja.

Su expansión por el continente americano comenzó en los años 70 del siglo XX. Se importaron varios ejemplares a Estados Unidos, los cuales se convirtieron en los perros de línea de allí. En 1970 se fundó el «American Tibetan Mastiff Association«.

Fue la «Kennel Club» quien nombró a este perro enorme del Tíbet como «Mastín Tibetano«.

Utilización

Los antiguos pastores nómadas del Himalaya los utilizaban como perros de trabajo para proteger el ganado y el rebaño. Gracias a su aspecto y su gran tamaño, lograban mantener a las fieras salvajes lejos del rebaño. También custodiaban las aldeas y protegían a los pastores de la presencia de depredadores y extraños.

Los monjes tibetanos los utilizaban como perro guardián donde vigilaban y protegían los monasterios. Todavía, a día de hoy, aún siguen utilizándose para estas labores por la zona del Himalaya.

Durante la antigüedad, estos perros de guarda y defensa, se estimulaban para ser agresivos. Incluso permanecían en muchas ocasiones atados. Nadie era capaz de entrar en un espacio que estuviera custodiado por uno de estos ejemplares. También se dice que algunos pueblos antiguos los utilizaron como arma arrojadiza contra enemigos.

Actualmente se utilizan principalmente como perro de compañía, guardia y protección. Son perfectos para el cuidado de niños y propiedades y funciones de pastoreo. Y aunque mantienen ese instinto guardián no son agresivos. Aunque si se sienten amenazados o en peligro se vuelven rápidamente muy feroces y audaces.

Características del Dogo del Tíbet

Una de las principales características de esta raza es su enorme y colosal tamaño y siempre miden más de un metro. Es un perro musculoso, corpulento, pesado y robusto. Posee un aspecto imponente, poderoso, majestuoso e impresionante. Aunque tenga una apariencia en general solemne y bastante seria es muy bondadoso.

Otra característica por la que destaca es su largo, blando y esponjoso pelaje, la cual le hace parecer más grande. Esto, junto a su gran estructura maciza y buena osamenta, les da un aspecto bastante fiero y temible. El Dogo del Tíbet combina fuerza y resistencia que le permite realizar todo tipo de trabajos en cualquier condición climática.

Un rasgo muy valorado, peculiar y único de esta raza es su ladrido, que parece que ruge en vez de ladrar. Por esta razón, además de su aspecto y su gran tamaño, hay quienes lo comparan con león o incluso con un oso.

Posee un movimiento poderoso, siempre firme, ligero y elástico. Tiene un gran alcance con mucha fuerza y proyección. Camina lento de forma vacilante, con energía y flexibilidad dando la impresión de poder andar por cualquier terreno. Al aumentar la velocidad tiende a acercar los miembros a una línea media.

Está clasificado de la siguiente manera:

  • Clasificación General: Se clasifican como una raza de perros gigantes.
  • AKC: Grupo 3: Como perros de trabajo.
  • FCI: Grupo 2: Perros tipo Pinscher y Schnauzer, Molosoides, Perros de tipo montaña y Boyeros suizos. Sección 2: Molosoides.
CabezaCuerpoColaPelaje

Cabeza

La cabeza es ancha, pesada y fuerte. En los ejemplares maduros pueden presentar una arruga que va desde los ojos hasta las comisuras de los labios. El cráneo es grande, macizo, ligeramente redondeado y posee el occipucio claramente palpable. El stop (depresión naso-frontal) está bien definido.

Las orejas son triangulares, colgantes y de un tamaño mediano. Están implantadas a los laterales de la cabeza a la altura entre la parte superior del cráneo y los ojos. Caen pegadas a la cabeza hacia delante. Están cubiertas de pelo suave y corto. Cuando está en alerta las llevan levantadas hacia delante.

Los ojos son de un tamaño mediano, ovalados, hundidos, están ligeramente oblicuos y bien separados entre sí. Son de color pardo o marrón y puede presentar cualquier tonalidad siempre con acorde al color del manto. No obstante cuanto más oscuros sean mejor. Los párpados están bien adheridos. Su mirada es digna, majestuosa y muy expresiva.

El hocico es bastante amplio, bien lleno y profundo. Tiene la misma longitud que el cráneo medido desde el stop hasta el occipucio. Aunque puede ser ligeramente un poco más largo. Visto desde cualquier ángulo se presenta cuadrado. La trufa es ancha, posee una buena pigmentación y es lo más oscura posible dependiendo de la tonalidad del manto. Los orificios nasales son amplios y están bien abiertos.

Las mandíbulas son fuertes y pueden tener forma de tenaza (o pinza) o de tijera. No obstante se prefiere una mordida en tijera perfecta, regular y completa. Es decir, el interior de los incisivos superiores debe estar en contacto con el exterior de los incisivos inferiores. Los dientes forman un ángulo recto con la mandíbula y deben encajar perfectamente para conservar la forma cuadrada del hocico. Los labios están bien desarrollados y quedan ligeramente colgando cubriendo la mandíbula inferior.

Cuerpo

El cuerpo es robusto, vigoroso, fuerte y sólido. Es ligeramente más largo que alto. El cuello es fuerte, musculoso y está ligeramente arqueado. Está cubierto por una melena de pelo espeso y enmarañado. La papada es muy suave.

La espalda es fuerte, musculosa y recta. Asciende ligeramente hacia los lomos. La grupa es ancha y bastante plana. El vientre está bien recogido. El pecho es moderadamente amplio, bastante profundo y desciende por debajo de los codos. Las costillas están bien arqueadas dando forma de corazón a la caja torácica.

Los miembros anteriores son rectos y están bien angulados. Están cubiertos por pelo denso y fuerte. Los hombros son musculosos y están inclinados y bien implantados. Los codos no deben estar doblados ni hacia fuera ni hacia dentro. El antebrazo es fuerte y recto. Los metacarpos son fuertes y están bien inclinados.

Los miembros posteriores son poderosos, bastante musculosos y poseen un buen ángulo. Las patas, vistas desde atrás, son rectas y paralelas. El fémur es bastante largo, fuerte y musculoso. No debe sobresalir. Los talones son fuertes y bajos. El corvejón es fuerte y bien descendido. Pueden aparecer espolones en los cuartos traseros y su amputación (simple o doble) es optativa.

Los pies son grandes, fuertes, redondos y están bien arqueados. Son compactos y presenta bastante pelo entre los dedos. Tienen la forma de «pies de gato«.

Cola

La cola es de longitud medianamente larga y está alineada con la espalda. Es de inserción alta y está cubierta de flecos. Cuando el ejemplar está activo o en movimiento la lleva enroscada endeblemente hacia un lado sobre la espalda. Cuando queda baja no debe sobrepasar los corvejones.

Pelaje

El pelaje del Dogo del Tíbet debe ser preferiblemente medianamente largo, denso y fino pero recto. No obstante es más importante la calidad del pelo que la cantidad. Los ejemplares macho poseen notablemente más pelo que las hembras.

El manto está formado por una doble capa de pelo que le permite protegerse de condiciones climatológicas extremas. La capa superior o externa es abundante, áspera y gruesa. El pelo se encuentra pegado al cuerpo. Es rígido, duro y no muy largo de longitud media. La capa inferior o interna (sub-pelo) es bastante lanosa. Esta capa en climas fríos es densa y gruesa y en climas calurosos es un poco más clara y dispersa.

Nunca debe presentar un pelo ondulado, rizado o sedoso. El pelo de las hembras suele menos abundante y menos áspero y duro.

Presenta una espesa gorguera alrededor del cuello y hombros hasta la parte posterior del cuello. Esto le da una apariencia de melena siendo un aspecto muy distintivo de esta raza. Dependiendo de la longitud del pelo de la cabeza los dogos tibetanos se pueden clasificar de dos maneras. Los denominados:

  • León: Aquellos ejemplares que poseen el pelo de la cabeza más largo.
  • Tigre: Los que poseen el pelo de la cabeza notablemente más corto.

Los muslos y la parte inferior de la cola presentan un pelaje largo y espeso formando flecos. En la cara, las orejas y las patas el pelo es espeso, corto y suave. En la parte posterior de los miembros delanteros y de los talones de los traseros también presenta un pelaje espeso.

Color del pelo

Los colores del manto admitidos en el estándar de esta raza son:

  • Negro: Puede llevar o no manchas de color fuego. EL negro puede ser un negro intenso o un negro zaino (falto de brillo sin llegar a mate).
  • Azul: Con o sin marcas de fuego.
  • Dorado o rubio: Puede ir desde un color bayo intenso hasta un tono rojo o cobrizo profundo.
  • Gris puro o sable: También con o sin marcas de fuego.

Todos los colores deben ser lo más puro posible. El color fuego puede variar de un tono claro hasta un castaño más profundo. Estas marcas pueden aparecer sobre los ojos, en la parte inferior de las extremidades y por la parte inferior de la cola. Se toleran las marcas de fuego en el hocico y las marcas en forma de anteojos.

Se admite una estrella de color blanco en el pecho. También son aceptables unas manchas blancas en los dedos, aunque no deben ser muy grande. Los mantos de color beige o crema no se admiten.

Podemos encontrar excepcionalmente un Dogo del Tíbet o Mastín Tibetano de color blanco.

¿Cuánto mide y pesa un Dogo del Tíbet?

Un ejemplar macho tiene una alzada mínima de 66 cm. Aunque normalmente la altura a la cruz se encuentra entre los 70 y 72 cm. Las hembras son un poco más pequeñas y tienen una altura entre 65 y 69 cm. No obstante suelen tener como mínimo 61 cm.

El peso de un ejemplar adulto oscila entre 45 y 73 kg. Algunos ejemplares pueden llegar a alcanzar los 100 kilos de peso. Las hembras suelen pesar un poco menos que los machos. El estándar de la raza no especifica el peso.

¿Cuántos años viven?

La esperanza de vida de un Mastín Tibetano es de 10 a 12 años aproximadamente. No obstante, en condiciones óptimas y buenos cuidados, pueden llegar a vivir hasta los 15 años. Para ser una raza de perros gigantes poseen una longevidad poco usual.

Tipos de Mastín Tibetano

Dentro de la raza del Dogo del Tíbet o Mastín Tibetano se pueden clasificar en dos líneas o subtipos:

  • Perros nómadas (Drog-Khyi): Es la conocida como «raza de trabajo«. Vivían en aldeas o viajaban con los pastores nómadas. Son ejemplares que poseen una excelente condición física para realizar trabajos que requieren un gran esfuerzo. Son bastante musculosos y están bien estructurados. Se utilizaban para la protección del rebaño y el ganado entre otras funciones.
  • Perros de Tsang (Tsang-Khyi): También es conocida como «perro de monasterio«. En ocasiones se entregaban a lama series y servían como guardianes de los monjes budistas tibetanos o lamas de allí. Son ejemplares mucho más grandes que los perros nómadas. Además poseen el pelo más largo y más arrugas. Estas características les dificultaba realizar trabajos exigentes y les complicaba sus tareas con el ganado. De ahí que los monjes tibetanos escogían a estos ejemplares con esa morfología para la protección de sus monasterios.

Temperamento del Dogo del Tíbet

El Mastín Tibetano, a pesar de su aspecto, tiene un temperamento muy estable, equilibrado y tranquilo. Se caracteriza por tener un carácter bondadoso, amable, digno y orgulloso.

Es una raza valiente, poderosa y sumamente protectora. Es muy difícil que algo o alguien consigan asustarles o darles miedo. Aunque también destacan por ser perros muy sensibles, tiernos y cariñosos. De ahí que se considere una raza capaz de combinar una fuerte presencia con una mirada tierna y comprensiva.

Por lo general, no suelen acudir cuando los llamamos por su nombre. De hecho algunos piensan que los dogos del Tíbet posee una personalidad más parecida a la de un gato. Por eso, siendo una de las razas más feroces del mundo, es una de las más extrañas de perros domésticos.

Comportamiento del Dogo del Tíbet

Estos perros pueden llegar a ser muy leales y suelen estar fuertemente unidos a su familia, a pesar de ser reservados e independientes.

Son muy territoriales y desconfiados y están constantemente en alerta. Dentro de su territorio se encuentran muy seguros de sí mismos, además, su gran tamaño impone bastante respeto. Con su fuerte aptitud por naturaleza, defenderán y protegerán a la familia y las propiedades. Fuera de sus dominios no desplegará su sentido territorial.

Dentro de casa suelen comportarse de forma tranquila, pero fuera puede ser bastante activo en algunas ocasiones. Les gusta estar con la gente y no les agrada pasar demasiado tiempo solo. Aunque tampoco estará todo el día encima de su amo. Disfrutan mucho al aire libre y les encanta hacer huecos en el jardín. Pueden llegar a tener una conducta algo destructiva sobre todo cuando son cachorros hasta los 3 años. Ya que con la fuerza de sus mandíbulas, jugando pueden dañar cosas.

No se adaptan a vivir en una perrera ni tampoco permanecer mucho tiempo encerrado dentro de casa. No suelen ladrar mucho y no suelen ladran innecesariamente. Si lo hacen es porque se sienten amenazados o en peligro. La frecuencia de su ladrido es bastante alta.

A pesar de la gran diferencia en tamaño que puedan tener con otros perros, la relación con ellos suele ser bastante buena. Especialmente con perros de su mismo tamaño. Esta buena relación será posible con una buena socialización desde cachorros. No obstante los ejemplares macho especialmente pueden ser un poco dominantes.

Con todas las demás mascotas que convivan en casa las considerarán como si fueran «suyas«. Además las tratarán como tal. Siempre que hayan recibido una buena socialización se llevarán perfectamente sin problemas con los gatos, conejos y ganado pequeño. No obstante, de no socializarlos correctamente, perseguirán gatos y otros animales que huyen para capturarlos. Los mastines tibetanos poseen un fuerte instinto para mantener animales lejos de su propiedad.

Dentro de su territorio no admite a los extraños a no ser que su amo les de el visto bueno de que son de confianza. No obstante poseen un fuerte instinto respecto a las personas. Y puede que le coja a una persona en particular cierta antipatía o manía. Si lo hace, generalmente, es porque tiene razones suficientes para ello. En ocasiones intentarán limitar el número de personas que pueden estar en la casa.

Fuera de su territorio también se muestran desconfiados de cualquier extraño que se tropiece por la calle.

Aunque en ocasiones se muestran distantes, quieren mucho a todos los miembros de su familia. Crean un vínculo especial con ellos y disfrutan de su compañía. Les serán muy fieles y leales y no tardarán en desarrollar su gran instinto protector. Los protegerán cueste lo que cueste a cualquier precio.

Es importante que desde el primer día en casa conozcan a todos los miembros de la familia y se integren en ella. Generalmente suelen acostumbrarse muy rápido a ella y caminarán siempre al lado de su dueño.

Con los niños se muestran muy pacientes, tolerantes y dóciles especialmente si se crían juntos. Se comportarán de manera cariñosa con los más pequeños de la casa a los cuales les protegerá. No obstante, se recomienda la supervisión de un adulto en los juegos con niños muy pequeños. Es posible que, por su tamaño, les pueda ocasionar sin querer algún tipo de daño.

También debemos supervisar cuando vengan otros niños a casa para jugar con los nuestros. No saben distinguir los gritos durante sus juegos y pueden reaccionar de manera agresiva pensando que intentan agredirles. En muchas ocasiones no permitirán que algún amigo de nuestro hijo lo visite.

Enfermedades del Dogo del Tíbet

Esta raza de perros, por su origen y naturaleza, no es muy propensa a sufrir enfermedades. Son corpulentos, fuertes, resistentes y están acostumbrados a vivir en condiciones climáticas difíciles realizando todo tipo de trabajos. No tienen enfermedades específicas de la raza que sean graves ni tampoco enfermedades de origen genético.

Generalmente el Dogo del Tíbet es un perro bastante sano y saludable. No obstante, por ser una raza de perros gigante, pueden padecer ciertas patologías comunes como:

  • Displasia de cadera: Es una enfermedad ósea, hereditaria y no congénita. Es decir, no aparece al nacer sino que se desarrolla durante el crecimiento. Puede aparecer a partir de los 4 o 5 meses del cachorro. Consiste en una malformación de la articulación entre la cadera y la cabeza femoral. Esto puede producir bastante dolor, cojera y dificultad para realizar ciertos movimientos como subir escaleras, sentarse, etc… Se puede prevenir evitando que coja sobre peso y limitando el ejercicio durante su desarrollo. De no tratar esta enfermedad a tiempo puede llegar a la inmovilización total del perro.
  • Hipotiroidismo y tiroides: Es un trastorno del sistema endocrino relativamente frecuente en los perros. Consiste en una deficiente producción, secreción o actuación de las hormonas tiroideas. Sus síntomas son inespecíficos y para diagnosticarlo es necesario realizar unas pruebas de laboratorio en una veterinaria. No obstante podemos detectarlo si nuestra mascota sufre de letargia, estreñimiento, rigidez, intolerancia al frío y contracturas musculares. También po el síndrome del túnel carpiano y la menorragia. Con un tratamiento, dependiendo de la gravedad, se podrá solucionar esta enfermedad.
  • Entropión: Es un término médico y consiste en que el borde del párpado inferior se pliega hacia el ojo. Esto puede producirse por algún traumatismo, herida, quemadura, ampolla o estado patológico débil.
  • Problemas neurológicos.

Cuidados del Dogo del Tíbet

Como ya hemos comentado anteriormente, esta raza no se caracteriza por ser muy popular hoy en día en occidente. Por eso, al ser prácticamente desconocida, resulta bastante raro verlos paseando por las calles. En muchos países de Europa como por ejemplo en España hay muy pocos de estos ejemplares. De hecho es difícil encontrarlos en protectoras de animales para adoptarlos.

En cambio en el continente asiático es una de las razas más populares, famosas y muy valoradas. Son todo un símbolo de majestuosidad y quienes poseen un Mastín Tibetano se consideran de la alta sociedad.

Si decidimos adoptar un ejemplar de esta magnífica raza, es importante saber qué requieren y qué cuidados necesitan. No todo el mundo es apto ni puede permitirse tener un ejemplar de estas características y dimensiones tan grandes.

Es necesario tener un alto nivel económico. Ya que el coste que conlleva esta raza es mucho más elevado que el de una raza más pequeña. Demandan una mayor cantidad de comida y objetos adecuados a su tamaño como la cama, comedero, juguetes, etc… La cama debe estar en una zona amplia y cómoda dentro de casa sin presentar un obstáculo para nosotros.

También es conveniente para su buen desarrollo que tenga suficiente espacio tanto dentro como fuera de casa. Por eso es importante tener un buen jardín o zonas amplias alrededor de casa. Son enormes y necesitan moverse con total libertad sin limitaciones. Dentro de un piso o apartamento o en lugares muy reducidos pueden sufrir problemas de ansiedad y estrés. Esto puede ocasionarles conductas agresivas y destructivas.

Generalmente suelen adaptarse perfectamente a diferentes espacios y ambientes. Aunque en climas templados o fríos se suelen adaptar mejor. Y por el contrario, en lugares muy húmedos y en climas cálidos suelen mostrarse más incómodos.

Alimentación

El Dogo del Tíbet es una raza gigante y requiere una buena dieta diaria y grandes cantidades de comida. Su alimentación debe ser principalmente rica en proteínas, vitaminas y minerales. Además debe llevar los nutrientes necesarios para su buen desarrollo. Su dieta debe ser lo más equilibrada y completa posible. Dependiendo de la calidad del pienso que le proporcionemos obtendremos un buen desarrollo tanto físico como psicológico de nuestra mascota. Además afectará de forma directa a los años de vida que puedan alcanzar.

¿Cómo alimentar a un Dogo del Tíbet cachorro?

Es importante alimentar bien a un cachorro Mastín tibetano ya que conseguiremos que crezca perfectamente. Con una buena alimentación le ayudaremos a desarrollar una buena estructura ósea y una magnífica musculatura. No obstante debemos prestar atención de no pasarnos de comida para que no cojan sobre peso. Esto nos puede llevar a que padezcan diferentes enfermedades como la obesidad, problemas digestivos, etc…

¿Qué come un cachorro? Generalmente, alrededor de las 8 semanas de edad se produce el destete. Hasta que se produzca eso nuestra pequeña mascota comerá la leche de su madre. Después comenzaremos poco a poco a proporcionarle un pienso de alta calidad especial para cachorros. Si quisiéramos cambiar de pienso es importante que no lo hagamos de golpe. Se recomienda que durante dos semanas, más o menos, vayamos introduciendo las nuevas croquetas con las viejas de forma gradual. Cuando alcance el 90% de su peso final deberemos cambiar el pienso por otro para adultos.

También podemos darles comida casera echa por nosotros. Lo ideal es que consista en 1/3 de carne (o pescado), 1/3 de verduras y 1/3 de arroz. Una mezcla de las dos (croquetas y comida casera) también puede ser una opción. Aunque nos puede resultar muy complicado equilibrar y racionar su dieta.

¿Cuántas veces hay que darles de comer? Desde los 2 hasta los 6 meses se recomienda distribuir su dieta en 3 o 4 raciones al día. A partir de los 6 meses hasta el año de vida reduciremos sus raciones diarias a 2 veces. Para evitar problemas estomacales podemos mantener esta ración durante toda su vida.

¿Cómo alimentar a un Dogo del Tíbet adulto?

¿Qué come un Mastín Tibetano? Lo más recomendable es darles de comer un pienso de alta gama. Debe ser especial para perros adultos grandes. También podemos alimentarlos de forma casera, vigilando siempre qué tipos de alimentos le damos, la calidad y la cantidad. Estos alimentos cocinados por nosotros puede estar compuestos de carne, verduras, pescado, etc…

¿Cuánto come un Mastín Tibetano? La cantidad de comida que deben comer a diario dependerá de la edad y peso del ejemplar. Si es pienso industrializado se recomienda seguir las recomendaciones reflejadas en el etiquetado. Si es casera se recomienda, dependiendo del ejercicio que realice y su peso, unos 50 kilos de comida al día aproximadamente.

¿Cuántas veces hay que darles de comer? Se recomienda darles de comer 2 veces al día para evitar problemas de estómago. No obstante podemos darles una ración diaria.

Higiene

Mantener una buena higiene es fundamental para una buena convivencia con los demás miembros de la familia. Un dato a tener en cuenta es que el manto del Dogo del Tíbet apenas produce olor. Ni siquiera en los días de lluvia. Pero si no lo mantenemos en perfectas condiciones y lo más limpio posible, puede complicarse la convivencia dentro del hogar.

Baño y secado

Para realizar el baño y el secado necesitaremos principalmente tiempo y mucha paciencia. Son perros bastante grandes y requiere mucha destreza para llevar a cabo esta tarea. Para dejarlos en perfectas condiciones es imprescindible tener dedicación y entrega.

¿Dónde bañar a un Dogo del Tíbet? Para realizar el baño podemos utilizar una bañera acorde a su tamaño o en un patio o jardín. Si lo hacemos dentro de casa en una bañera será un poco más enredoso y complicado que fuera en el exterior.

¿Cada cuánto tiempo hay que bañarlo? Se recomienda bañarlos aproximadamente cada 6 u 8 semanas. Durante la época de muda se recomienda bañarlo con mayor frecuencia para que suelte el pelo muerto. De esta manera preparará la piel para que salga en pelo nuevo y acelerará el proceso de muda.

¿Cómo bañarlo? Para facilitar su acceso a la bañera, podemos utilizar algún juguete que le guste o mediante algún premio. Si es en nuestro patio o jardín utilizaremos una manguera y el agua templada. Se recomienda utilizar un champú especial para perros con un pH adecuado a su piel. Después enjuagaremos y retiraremos todo resto de jabón completamente.

Una vez realizado el baño comenzaremos con el secado. Este lo podemos realizar con una toalla o con un secador a una temperatura media.

Si no disponemos del tiempo ni medios suficientes para realizar estas tareas podemos acudir a un centro de estética canina.

Cepillado

El Dogo del Tíbet posee un pelaje abundante y liso que hay que mantenerlo en perfectas condiciones. Los profesionales de esta raza valoran muchísimo el brillo del pelo. Por eso en las competiciones deben presentar un manto con una densidad, calidad y brillo perfecto de pelo.

Por eso es importante realizar cepillados regulares para evitar nudos y parásitos que pueda tener. El mantenimiento de su pelaje requiere una especial atención y no hay que descuidarlo. Además en las temporadas de muda no sólo pierden gran parte de su pelo, sino que pierden su brillo.

¿Cuántas veces hay que cepillarlos? En invierno y otoño el manto es muy espeso y no requiere de grandes cuidados, de acuerdo con el estándar de la raza. Generalmente es suficiente con peinarlos una vez al mes con un peine grueso. En primavera muda prácticamente todo el manto inferior y en esta época es imprescindible cepillarlo diariamente.

Otros cuidados

Es importante prestar atención a los ojos y mantenerlos limpios para evitar la aparición de enfermedades. También debemos observar con frecuencia los oídos y mantenerlos limpios de suciedad y cera. Para ello podemos utilizar productos especiales para su limpieza.

El mantenimiento de las uñas y el corte de pelo se recomienda que lo realice un especialista canino. Existen centros de belleza canina donde se encargarán de estos cuidados. De realizarlo nosotros, debemos recortarles las uñas 1 o 2 veces al mes o según sea necesario. Si notamos al andar un clic en el suelo es que requieren cortarse. Así mantendremos unos pies en perfectas condiciones y evitaremos que nos destroce la alfombra o moqueta.

La higiene dental es otro punto importantísimo en el cuidado de nuestra mascota. Con un buen cepillado dental periódico evitaremos la aparición del sarro y enfermedades bucales. Debemos mantener la boca de nuestro perro limpia de bacterias para ayudarle a estar mucho más sano. Se recomienda cepillarles los dientes 2 o 3 veces a la semana. Cuanto antes comencemos con este hábito más fácil nos resultará realizarlo. Por eso se recomienda empezar desde que son cachorros. Además también evitaremos enfermedades renales, hepáticas e incluso cardíacas.

Debemos seguir obligatoriamente el calendario de vacunación del perro. Su programa de vacunas deber ser supervisada y administrada por un veterinario. Además también es necesario acudir al veterinario ante cualquier problema que detectemos en nuestra mascota. No obstante se recomienda llevarlo al menos una vez al año para comprobar su estado de salud.

Por último, debemos asegurarnos que estén bien desparasitados. Son perros muy grandes y poseen un denso pelaje en el cual es fácil que cojan piojos, garrapatas, etc… Ante estos parásitos podemos combatirlos utilizando pipetas o collares antiparásitos que nos recomiende el veterinario.

Ejercicio

El Mastín Tibetano necesita una cantidad de ejercicio normal. Aunque en casa es bastante tranquilo, fuera requiere de una actividad moderada. Sobre todo para mantener su musculatura, evitar que engorden demasiado y calmar todo el estrés que puedan acumular diariamente.

En nuestro jardín pueden quemar bastante energía pero se recomienda darles paseos largos y con bastante frecuencia. Es importante ir cambiando la ruta diaria de sus paseos de vez en cuando. Ya que pueden volverse territoriales y solamente querrán ir por esa ruta concreta.

De vez en cuando una salida por el campo o por el monte les vendrá muy bien. Les encanta y disfrutan sintiéndose libres por la naturaleza, por su origen como perros pastores. Por eso debemos disponer del tiempo suficiente para dedicarles a sus paseos y sus ejercicios cada día. Si no queman toda esa energía pueden padecer de ansiedad y volverse agresivos y destructivos.

Es importante tener claro que estos perros no disfrutan haciendo trucos o recobrando objetos. También debemos procurar que no fuercen los huesos, músculos y articulaciones especialmente durante su desarrollo.

Educación

La educación es un aspecto muy importante y debemos comenzar desde que son cachorros. Hay que tener en cuenta que estos perros alcanzarán casi un metro de altura en menos de un año. Por lo que necesitarán una buena educación y dedicarles bastante tiempo para educarlos correctamente.

Es una raza muy territorial y apegada a la manada que la defenderá y protegerá a toda costa. Por eso desde pequeños debemos educarlos a que traten y se acostumbren a la presencia de extraños sin problemas. De esta manera evitaremos que puedan tener futuros comportamientos agresivos hacia ellos cuando sean adultos.

Desde el primer día que llegue a casa debemos enseñarles lo que está bien y lo que no queremos que haga. Como por ejemplo done tiene que descansar, donde hacer sus necesidades, a qué partes de la casa puede acceder, etc… Debemos comenzar a enseñarles las normas básicas de obediencia del hogar desde el primer momento y hacer que las respete.

Es importante evitar todas aquellas conductas que nos pueden suponer un problema en su etapa de adulto. Como por ejemplo subirse a las personas. Por eso debemos aprender a mantenernos firmes y decir «NO» sin dudar lo más mínimo. También debemos corregir desde temprana edad conductas relacionadas con la mordida. Un perro bien educado nos facilitará la convivencia dentro y fuera del hogar.

Socialización

Otro aspecto importante es que reciban una buena socialización desde pequeños. Durante sus primeros paseos es fundamental que se socialicen y acepten con normalidad a las personas y demás animales. Por eso es importante llevarlo por los parques y lugares con afluencia de otros perros para que se acostumbren a ellos.

También es esencial que conozcan gente nueva. Debemos conseguir que los vean y se acerquen a ellos con total normalidad sin que los consideren como una amenaza. Un Dogo del Tíbet adulto llama mucho la atención y seguramente habrá mucha gente que quiera acercarse e incluso tocarles. No obstante, debemos estar preparados para cualquier reacción inesperada que puedan tener ante esta situación.

Si en casa tenemos otras mascotas es muy importante socializarlos con ellas lo antes posible. De no hacerlo algunos ejemplares no tolerarán a otros perros del mismo sexo o a otros del sexo opuesto. Con una buena socialización evitaremos muchos problemas futuros y los paseos serán más agradables y llevaderos.

Adiestramiento del Dogo del Tíbet

Estos dogos deben criarse con firmeza y ecuanimidad. Es decir, que tengan un buen estado de equilibrio y estabilidad emocional. Para mantener este estado de su mente es importante no exponerlo a experiencias emocionales, dolor u otras situaciones similares. Son perros muy inteligentes e independientes y requieren un adiestramiento desde que son cachorros.

El amo de un Mastín Tibetano debe ser firme, coherente y poseer una autoridad natural. Al mismo tiempo debe ser amable, cariñoso, respetuoso y atento. Es fundamental mostrarnos con la suficiente seguridad para que nos considere el líder de la manada. Son perros con un carácter muy fuerte y de esta manera resultará más fácil que obedezcan nuestras órdenes. Además nos mostrarán respeto si los sabemos dominar. Si no lo logramos asumirá el mando como líder y se volverá ingobernable.

En General son bastantes obedientes, pero no obedecen si las órdenes no las consideran muy sensatas. No obstante son un poco tercos y cabezones con lo que hay que tener paciencia con ellos. En muchas ocasiones tendremos que repetirles las órdenes varias veces. Recordar que no son perros de circo y no podemos pretender que aprendan muchos trucos. Y tampoco que los repitan inmediatamente cada vez que queramos. Por eso no es una raza idónea y apta para las competiciones de obediencia y agilidad.

Con un adiestramiento muy estricto con demasiadas exigencias será inútil y en muchas ocasiones contraproducente. Es bueno y eficaz un buen acercamiento para que aprenda órdenes nuevas. Y sobre todo, un buen adiestramiento, debe llevarse a cabo a través del método del refuerzo positivo. Este se basa en recompensas cada vez que realice la acción que deseamos. Ya sea a través de caricias, mimos, buenas palabras, etc… o darles alguna golosina o juguete que le guste.

Recomendaciones

El Mastín Tibetano, por su poderío físico considerable y su fuerte personalidad, no es un perro apto para cualquier persona. Por eso no se aconseja a dueños irresponsables, con poca experiencia o primerizos o novatos. Esta raza es apropiada para dueños con conocimientos en educación canina y tenencia de perros de gran tamaño. También es importante que sepan aportarle bienestar al animal.

Además deben tener una condición física suficiente para poder controlar, en caso de necesitarlo, un perro de estas características. También deben tener experiencia en el adiestramiento canino avanzado. De no reunir estas características es conveniente recurrir a un experto en adiestramiento canino incluso antes de adoptarlo.

Si aun reuniendo estos requisitos no conseguimos un buen adiestramiento, también se recomienda la ayuda de un experto canino. Corregirá las malas conductas de nuestra macota y nos dará las órdenes necesarias para que no vuelva a ocurrir.

Estos perros son capaces de tomar decisiones por sí mismo, por eso debemos tenerlo siempre controlado. Especialmente si vivimos en zonas urbanas con mucha gente por las calles y zonas de paseo como parques. Se recomienda que durante el paseo por sitios con un gran tránsito de personas se utilice un buen arnés y bozal.

El cachorro Dogo del Tíbet

Los cachorros de Mastín Tibetano poseen mucha energía y son muy activos. Debemos dejar que quemen toda esa energía jugando con ellos y dejándoles que corran. Los mastines tibetanos jóvenes son muy traviesos y juegan de forma desordenada y con movimientos descoordinados por toda la casa. No obstante durante su época de crecimiento debemos vigilar su actividad. Si exceden demasiado pueden ocasionarles daños en los huesos, articulaciones y ligamentos que van creciendo suavemente.

Otra característica de esta raza es que desde muy pequeños son bastante grandes, ya que crecen rápidamente. El pelaje de un cachorro está preparado para soportar bien las temperaturas extremas y les da un aspecto de leones.

¿Cuándo alcanzan la madurez? Esta raza de perros tarda bastante en madurar. Los ejemplares macho tardan alrededor de 4 años alcanzar la madurez. En cambio, las hembras maduran un poco antes, entre 2 y 3 años.

¿Cuándo tienen las hembras celo? El Dogo del Tíbet es una raza muy antigua y primitiva. A diferencia de la mayoría del resto de las razas caninas, las hembras solo tienen un celo al año. Esta característica es idéntica a las hembras lobas, que también tienen un único celo anual.

¿Cuántos cachorros pueden tener? Generalmente en una camada suelen nacer unos 5 cachorros aproximadamente. Dentro de una misma camada pueden nacer cachorros de las dos líneas que se separan cuando comienzan a crecer. Los más pequeños (perros nómadas) para tareas de trabajo y los más grandes (perros Tsang) para utilizarlos como perros guardianes.

Adopción del Dogo del Tíbet

Actualmente resulta muy complicado adquirir un ejemplar de esta raza en cualquier lugar fuera de su país. Incluso en perreras y lugares de adopción será difícil encontrar uno. Debemos buscar un criador que esté especializado exclusivamente en esta raza. En Europa, por poner un ejemplo, únicamente podemos encontrar unos pocos criadores de confianza en Inglaterra. Allí apenas podemos encontrar unos 300 ejemplares de Mastín Tibetano.

Antes de adoptar un ejemplar Dogo del Tíbet debemos pensar si reunimos todo lo necesario para tenerlo. Desde una casa grande con un jardín amplio y tiempo para dedicarle, hasta los gastos que conllevará tener un ejemplar tan grande. Estos pueden ser comida, veterinario, una cama adecuada, collares, bozales, etc…

Además debemos saber si en nuestro país están catalogados como perros potencialmente peligrosos. En tal caso debemos tener un seguro de responsabilidad civil y conocer sus limitaciones de tenencia.

Curiosidades

El registro más antiguo que se tienen de un Dogo del Tíbet data del 1121 a. C. y se llamaba «Ngaug«. Este ejemplar lo ofrecieron como regalo al emperador «Wu Yi» (1147-112 a. C.) rey de China de la dinastía Shang.

El peculiar aspecto de estos dogos les ha llevado a utilizarse en circos como si fueran auténticos leones. Actualmente y por suerte esta práctica ya no sucede.

Antiguamente el Mastín Tibetano era bastante más grande que el que conocemos hoy en día. De ahí que Marco Polo lo describió como «alto como un asno y voz potente como un león«.

La gran mayoría de las fotos de dogos tibetanos que podemos ver en internet son perros de monasterio. Son perros colosales, imponentes y espectaculares. De hecho son catalogados por muchos como «el perro guardián más poderosos de China«.

Los criadores de esta raza aseguran que, además de su inteligencia, poseen cualidades casi místicas. Dicen que «tienen sangre de león y son la flor y nata de los machos reproductores en la familia de los mastines«.

El capitán Samuel Turner (dibujante y topógrafo) dirigió una expedición en 1783 a Bhután y posteriormente al Tíbet. En el año 1800, en sus memorias, menciona el uso de unos «perros enormes» en un informe de una embajada ante el tribunal del Teshoo Lama en el Tíbet. Aunque no da ninguna descripción de estos perros.

Precio del Dogo del Tíbet

Antiguamente, debido a que eran utilizados para trabajos y guerras, quizás no fueran muy caros. Pero actualmente el Dogo del Tíbet o Mastín Tibetano es considerado como la raza más cara del mundo. Se ha convertido en una mascota muy codiciada por numerosos personajes millonarios de todo el mundo. Todos quieren tener uno por su estatus de ser bastante caros.

Se consideran todo un «lujo exclusivo» por todo el continente asiático. Han revolucionado en estos últimos años el mundo de las mascotas principalmente por sus desorbitadas ventas.

¿Cuánto cuesta un cachorro Mastín Tibetano? El precio de un cachorro de estos dogos tibetanos está entre los 900 y 1200 Euros. Los podemos encontrar en Inglaterra que al cambio cuestan entre los 800 y 1000 libras esterlinas.

¿Cuál es el perro más caro del mundo? El perro más caro del mundo es un Dogo del Tíbet. El récord es de un impresionante ejemplar llamado «Hong Dong«. Fue comprado en China en el 2014 por un desconocido empresario chino. Este millonario, probablemente dedicado al mundo de la construcción, pagó la friolera cantidad de 1,9 millones de euros. Se dice que pretendía dedicarse a la cría de esta mística raza perruna.

Anteriormente, el registro de la venta más cara de un perro también la ostenta un Mastín Tibetano. Un ejemplar de color rojizo llamado «Big Splash«. Fue comprado por un magnate del sector del carbón chino por la cantidad de 1,6 millones de dólares. Se vendió en una exposición canina en marzo del año 2011 celebrada en China, concretamente en la provincia oriental de Zhejiangen.

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